El pimentón asado es uno de los vegetales precocidos más utilizados en la cocina a la hora de preparar distintos platos. En el mercado los puedes conseguir ya listos de muchas maneras, conservados en aceite, en vinagre, enlatados o en frascos, incluso aliñados con ajo. También puedes conseguirlos de dos variedades, pimientos morrones y pimientos de piquillo, este último, es una variedad española de pimentones, o pimientos como ellos los llaman, que acá en Venezuela no los puedes conseguir frescos en crudo.
En esta oportunidad, una vez más, te propongo que hagas tu mismo tus pimentones morrones asados en casa, son deliciosos y fáciles de hacer, para lo cual te ofrezco dos métodos. Puedes elegir distintos colores como los verdes, rojos o amarillos o combinarlos para un platillo colorido, además de variar la forma de conservarlos.
El primero es asarlos en el horno, método más cómodo si vas a cocer una gran cantidad. Para ello sólo tienes que lavar bien tus pimentones, colocarlos sobre una bandeja de hornear, opcionalmente envuelta en papel aluminio para facilitar su limpieza, y asarlos a 400°F hasta que aparezcan manchas ennegrecidas en su piel y se arruguen un poco. El tiempo de cocción varía de acuerdo al horno, pero es aproximadamente 30 minutos. Es conveniente que les des la vuelta a la mitad de la cocción, para que se cuezan uniformemente. Una vez listo, apaga el horno y mantenlos ahí, con la puerta cerrada, por un ratito hasta que enfríen un poco, el vapor que se crea en el horno te facilitará la tarea a la hora de retirarles la piel.
Por último, ya sea el método que hayas elegido para cocerlos, pela tus pimentones, ábrelos sobre un plato y retira el corazón de los mismos, las venas y todas las semillas que hay en el interior. No descartes el líquido o jugo que mana de los pimientos, cuélalo si tiene algún residuo de piel o semillas e intégralo al frasco o envase donde decidas conservarlos. Refrigéralos y utilízalos en tu receta preferida en la que necesites pimentones asados.
El segundo método es quemarlos directamente en la hornilla, más apropiado si haces una pequeña cantidad. Este opción es bastante rápida, además le da un ligero sabor ahumado y más carácter a tus pimentones. Para asarlos en la hornilla de la cocina, lava tus pimentones y colócalos sobre el fuego girándolos a medida que se va quemando la piel y se pone bien negrita, como la ceniza. Una vez estén bien negros por todos sus lados, pásalos a un bowl aún calientes y tápalos con papel plástico, papel de aluminio o un plato, si así lo prefieres, y déjalos enfriar un poco, igual que en el horno, el vapor que se forma al dejarlos reposar un ratito te ayudara a retirar la piel más fácilmente.
Por último, ya sea el método que hayas elegido para cocerlos, pela tus pimentones, ábrelos sobre un plato y retira el corazón de los mismos, las venas y todas las semillas que hay en el interior. No descartes el líquido o jugo que mana de los pimientos, cuélalo si tiene algún residuo de piel o semillas e intégralo al frasco o envase donde decidas conservarlos. Refrigéralos y utilízalos en tu receta preferida en la que necesites pimentones asados.
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