La primera vez que supe de esta
receta fue hace como 15 años, en un programa de televisión que pasaban por
Discovery Channel, en el que una Chef
asaba los ajos para luego exprimirlos como un tubo de pasta dental, obteniendo
una crema sedosa con un sabor mucho más dulce y delicado en comparación con el
ajo crudo. Esta receta es muy sencilla, deliciosa y puede ser una manera extraordinaria
de disfrutar de este aromático bulbo, puedes usarlo como una pasta y untar unas
tostaditas o mezclarlo en tu aderezo de ensalada favorito, o si prefieres los
dientes enteros como ingrediente en otro platillo.
Para asar tus ajos simplemente corta
la parte superior de la cabeza completa, colócala sobre un papel de aluminio,
sazona con sal gruesa, pimienta y aceite de oliva, opcionalmente puedes agregar
alguna hierba aromática de tu gusto como romero, tomillo, etc. Cierra el papel
de aluminio cubriendo completamente tu ajo y hornea a 375°F hasta que estén
suavecitos al tacto al apretar el saquito de papel de aluminio.
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